
Cómo tratar a una persona mayor con depresión 23-02-2024
La depresión es una de las enfermedades más comunes en la tercera edad y que requiere de tratamiento médico y de apoyo familiar. Es importante Identificar sus síntomas y saber qué podemos hacer para ayudar a una persona mayor a afrontarla.
Tipos de depresión
La depresión puede presentarse de alguna de las siguientes formas:
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Trastorno depresivo mayor
Se trata de un trastorno del estado de ánimo que se manifiesta cuando los sentimientos negativos como ira o tristeza afectan al día a día; es el más característico. Las personas con depresión mayor pueden llegar, en los casos más graves, a permanecer inmóviles e incluso negarse a comer y beber.
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Distimia
Es un trastorno continuo y crónico, aunque más leve que la depresión mayor. Aquellos que la padecen pierden interés por las actividades del día a día, se muestran desesperanzados, pesimistas y con una autoestima baja.
Este tipo de depresión, aunque crónico, puede sobrellevarse con la combinación de medicamentos y terapia.
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Trastorno afectivo estacional
Esta forma de depresión aparece en los cambios estacionales, especialmente otoño e invierno, y relacionado también con los cambios lumínicos. Un exceso de sueño o sensación de cansancio son alguno de los síntomas más comunes.
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Ciclotimia
En este estado mental, se producen altibajos emocionales. Es la forma de depresión más leve y en muchos casos puede confundirse con los cambios normales en el ánimo.
Identifica los síntomas
Para ayudar a una persona mayor con depresión es importante identificar las señales que pueden indicar este trastorno, aunque estas pueden variar de una persona a otra. Además, y tal y como hemos visto, dependiendo del tipo que se padezca, los síntomas de la depresión pueden variar. Sin embargo, existen algunos indicios que son comunes a todas las formas de este trastorno:
- Sentimiento de tristeza, desesperanza o vacío
- Irritabilidad y frustración incluso ante problemas pequeños
- Dificultad en la concentración, pensamiento o toma de decisiones
- Baja autoestima con sentimientos de culpa y fracaso
- Lentitud a la hora de hablar, razonar y moverse
- Falta de interés por actividades cotidianas como deporte, relaciones sociales o sexuales…
- Problemas con el sueño: insomnio o exceso de descanso
- Sensación de cansancio, haciendo que incluso tareas que no requieren de un gran esfuerzo se tornen complejas
- Pensamientos recurrentes sobre la muerte
- Ansiedad o inquietud
- Cambios en el apetito, pudiendo producirse una falta de apetito y adelgazamiento o ansiedad con la comida y aumento de peso
Como puedes ayudar a una persona mayor con depresión
Entenderle y sentirse apoyado, pero sin que sienta presión por nuestra parte es imprescindible para poder ayudarle. Estos son algunos de los consejos más importantes que debes tener en cuenta al tratar a una persona mayor con depresión:
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Descubre qué le pasa
Todos pasamos por diferentes momentos emocionales en nuestra vida, pero si crees que no se trata de algo puntual, observa con atención. La depresión se manifiesta de muchas formas diferentes y su diagnóstico ha de hacerlo un médico; pero si detectas algunos cambios, ayúdale.
Que no tenga apetito, o coma mucho, que deje de disfrutar con actividades que antes le motivaban, que no quiera levantarse de la cama o se muestre más irritable que de costumbre, pueden ser algunos de los indicadores.
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Muestra tu disposición a ayudar
Para cuidar a una persona mayor con depresión tendremos que apoyarle en los momentos más difíciles, acompañándole a citas médicas, recordarle la toma de medicamentos… De esta forma, además de mostrar nuestra ayuda, le mostraremos que hay tratamiento y que no está solo.
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Acompáñale, aunque no digas nada
Aunque en ocasiones parezca todo lo contrario, el enfermo agradecerá y necesitará la mayor ayuda posible por parte de su círculo cercano. Acompañarle, aunque sea en silencio y no emitir ningún juicio de valor sobre lo que está pasando, le servirá para sentirse comprendido.
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Sugiérele que necesita ayuda profesional
Para una persona depresiva, la toma de decisiones se torna complicada y esto puede hacer que su situación no mejore. Muéstrale tu apoyo para buscar ayuda profesional que le permita conocer más sobre lo que le pasa y cómo revertirlo.
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No está solo
Una persona con depresión puede sentirse en muchos momentos solo e incomprendido. Tenderle la mano y demostrarle que estamos a su lado, le hará ver que esta situación no la va a vivir en soledad, lo que facilitará su recuperación.
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Guarda algunas fotos
Un equipo de psicólogos de la Universidad de California realizó un estudio en el que comprobaron que, un grupo de mujeres, aguantaban mejor el dolor ante estímulos si miraban fotografías de sus seres queridos que si veían objetos o desconocidos. Este estudio confirmaba así la importancia del apoyo social en nuestra salud física y mental.
Así, llevar fotos de nuestro círculo cercano en la cartera, puede ayudarnos a aliviar el dolor causado por la depresión u otras patologías.
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Escucha
Una forma más de mostrar tu apoyo es escuchar a la otra persona. Que nos cuente cómo se siente y lo que necesita, nos permitirá ayudarle mejor.
Intenta además no juzgarle ni darle tu opinión ya que puede sentirse incomprendido.
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Explícale que la depresión es una enfermedad
En ocasiones el paciente no ve la depresión como una enfermedad, sino como una señal de debilidad, algo de lo que él es culpable. Explícale que es una patología y como tal tiene tratamiento y con él, mejorará su estado.
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Controla las bebidas
Muchas personas recurren al alcohol para aliviar el dolor y esto puede tener consecuencias fatales pues además de ser depresor, este mezclado con medicamentos puede resultar letal. Además, especialmente entre los hombres mayores, el consumo de alcohol aumenta el riesgo de suicidio.
Aleja las bebidas alcohólicas del enfermo e invítale a buscar ayuda profesional y seguir un tratamiento.
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Ejercicio
Numerosos estudios han confirmado que aquellas personas mayores que se ejercitan no solo tienen vidas más saludables y longevas, sino también que mejora su calidad de vida, se sienten menos solos y son más independientes. Por todos estos motivos, la práctica de ejercicio físico es una buena forma de sobrellevar la depresión.
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Trata el insomnio
Los adultos mayores experimentan problemas de sueño, tanto en cantidad como en calidad. Y es que además de dormir menos horas, suele ser más ligero. Una falta de descanso que puede verse agravada por la depresión.
Mantener los mismos horarios de irse a la cama, así como una correcta higiene del sueño (cuidando la luminosidad, ruido, pantallas, lugar de descanso...), nos va a permitir descansar más y mejor.
Errores más frecuentes
Aunque en muchas ocasiones nuestra intención es ayudar a una persona mayor con depresión, lo cierto es que, por falta de comprensión o de conocimiento, hacemos o decimos cosas que son contraproducentes para quien la padece. Algunos de los errores más comunes son:
Incomprensión: El desconocimiento sobre la enfermedad hace que, en muchas ocasiones y sin quererlo, banalicemos el trastorno. Esto puede hacer que la persona que sufre depresión se sienta incomprendida y será más difícil ayudarle.
Irritabilidad: Tratar con una persona mayor con depresión puede hacer que en muchos casos sintamos frustración y enfado, achacándole al propio enfermo su situación. Esto no hace más que aumentar su sensación de culpa.
Presión: Aunque es recomendable motivar al enfermo a realizar tareas para que se sienta mejor, debemos evitar forzarlo. Tratar de hacerle ver los beneficios que puede tener para él alguna actividad o incentivarle de alguna forma, es la forma correcta para conseguir una respuesta favorable.
Cronicidad: Tanto como nuestros actos, debemos cuidar nuestro discurso. Es importante mantener en todo momento un diálogo optimista y alentador. Echarle en cara que el día a día con él siempre es igual y cómo ha cambiado desde la aparición de la enfermedad, además de aumentar su sentimiento de culpa, hará que el paciente interiorice su situación como permanente. Debemos ayudarle a ver que es algo temporal y que le ayudaremos a superarlo.
Sobreprotección: Realizar aquellas tareas que el enfermo se niega a hacer o premiarlo por pequeños esfuerzos puede ser contraproducente. El enfermo ha se sentirse útil y sobreprotegerle puede conseguir el efecto contrario.
Aislamiento: Ayudar a una persona mayor con depresión no ha de hacer que nos aislemos y dejemos nuestra rutina.
En definitiva, la depresión es una enfermedad que requiere un tratamiento adecuado, así como el apoyo y ayuda del círculo cercano.
Busca ayuda profesional.