Consejos prácticos para fomentar la participación de los papás desde el  nacimiento.

Consejos prácticos para fomentar la participación de los papás desde el nacimiento. 19-06-2024

Ser padre desde el principio y para toda la vida

Tu presencia como padre y tu relación con tus hijos tiene un impacto único, profundo y para toda la vida. Tu amor, protección y estimulación es insustituible para el desarrollo de los niños

La presencia del padre se ha visto asociada a partos más tranquilos, con menos complicaciones y por lo general, más rápidos. Por esto, en la actualidad, las clínicas son más receptivas al hecho de que el padre esté presente en el nacimiento.

El padre como acompañante cumple una función muy importante, pues su presencia y fortaleza emocional contribuirán a que la madre se sienta más segura a lo largo de todo el proceso del nacimiento y tanto ella como su bebé estén más saludables física y emocionalmente.

La paternidad es...

Un conjunto de prácticas y normas culturales y sociales que se establece entre un padre y el cuidado, la educación y la protección de sus hijos. Tradicionalmente ha estado asociada a un rol principalmente disciplinario y de proveedor. En el desempeño de este rol, los hombres no son partícipes de la crianza, cuidado y educación de sus hijos al mismo nivel que las mujeres. Un cambio en los paradigmas de género incluye el ejercicio de la paternidad de forma responsable.

¿Qué es ser un padre responsable?

  • Estar involucrado en todos los momentos clave del desarrollo de tus hijos: desde la planificación familiar, el embarazo y la salud prenatal, la preparación al parto, el nacimiento, la primera infancia, la niñez y la adolescencia, y para toda la vida.
  • Compartir equitativamente con la madre las responsabilidades y tareas diarias del cuidado, la crianza y estimulación/educación de tu hijo o hija, así como las tareas del hogar.
  • Mantener una relación afectuosa, incondicional y de apego mutuo con tu hijo o hija.
  • Brindar una crianza pacífica y protectora: cuidando, criando, protegiendo y educando con amor y cariño, utilizando el diálogo y el respeto con la pareja y la familia.
  • Cuando eres un padre activo y responsable…

  • Tus hijos te quieren y aceptan, la sociedad te admira y halaga, te conviertes en ejemplo para otros padres.
  • Tienes un gran impacto positivo sobre la salud física y mental de la madre y de tus hijos.
  • Eres más feliz y disfrutas de una vida más completa y satisfecha.
  • Tienes mejores indicadores de salud: una mayor probabilidad de vivir más, enfermarte menos, consumir menos alcohol y drogas, experimentar menos stress, accidentarte menos y participar más en la comunidad.
  • Disfrutas de una paternidad pacífica y basada en el diálogo
  • El impacto de la paternidad responsable…

    Un padre presente, comprometido y afectivo influye positivamente en el desarrollo y bienestar de sus hijos, en todos los sentidos. Un niño que disfruta de un papá presente y afectivo tiene:

    • Mejor autoestima y mayores posibilidades de ser feliz.
    • Más y mejores habilidades sociales.
    • Mejor desempeño escolar.
    • Mejor salud y mayor bienestar psicológico.
    • Más herramientas para enfrentar las dificultades que se les presentan en la vida.
    • Mayores probabilidades de alcanzar el pleno desarrollo neuronal durante los primeros 1 000 días de vida.
    • Mayor probabilidad de romper ciclos de violencia y continuar dinámicas de igualdad de género

    Algunas herramientas para una paternidad pacífica.

    1. Entiende la situación: reconoce y evita las situaciones detonantes. Las rabietas o las pataletas de los niños pueden ser para los adultos fuente de un estrés tan intenso, que, en alguna ocasión, los padres pueden sentirse al borde del precipicio.
    2. Entiende que los niños no piden cosas por capricho, para fastidiarte o para manipularte. Los ruegos de los niños son auténticos, ninguno reclama nada que no precise.
    3. Es importante que conozcas las características de los niños según su edad y los logros del desarrollo para entender qué puedes esperar de ellos y cómo puedes acompañarlos.
    4. Reconoce las situaciones que te provocan tensión y pide ayuda: podemos llegar a situaciones en las que una tontería insignificante nos supere. En esos momentos, echa mano de todos los recursos posibles para evitar que sean los más pequeños los que paguen las consecuencias.
    5. Ponte es su lugar: el punto de vista de los niños es totalmente diferente al de los adultos, pues ellos se encuentran en distintas etapas de desarrollo, y su concepción de la vida, su forma de vivirla y comprenderla es muy diferente a la nuestra.

    Recuerda, la corresponsabilidad del cuidado de los hijos es un paso fundamental para lograr una sociedad más justa. La vinculación en la crianza y la distribución equitativa de las tareas de cuidado de los padres, no solo propicia un buen desarrollo biológico y psicosocial de sus hijo sino también impacta en el acceso a oportunidades de desarrollo de todo el hogar. Cuando las responsabilidades son compartidas, se abren posibilidades para realizar otras acciones que aumenten el bienestar: desarrollo de capacidades, actividades remuneradas y de recreación.

    Fátima Mejía
    ES